En las redes sociales, la palabra “migajero” se ha popularizado últimamente y, aunque creemos que es un término que puede definir sólo a las personas del mundo real, a algunos personajes emblemáticos de la literatura también les queda perfecto.

¿Qué significa migajero?

Según Larousse Latam, la palabra migajera se refiere a "alguien que se conforma con poquititas muestras de amor para quedarse en una relación”. Es decir, una persona que insiste, suplica y no se rinde ante la escasa muestra de afecto o rechazo de la persona que le gusta.

Para sorpresa de pocos, en la literatura hay muchos personajes así. En la siguiente lista encontrarás algunos personajes literarios a quienes les encantan las migajas de amor (como a ti con tu casi algo).

1. Gatsby de El gran Gatsby

Jay Gatsby es un migajero por excelencia: se queda obsesionado con Daisy después de un beso. Muchos años después, ella se casó, siguió con su vida y él se compra una mansión frente a su casa, donde organiza fiestas todas las noches esperando que ella aparezca (spoiler: no lo hace). Y encima, cubre un homicidio que ella cometió esperando que Daisy le llame (no lo llama).

En El gran Gatsby, F. Scott Fitzgerald incluye muchas escenas y frases que demuestran lo migajero que puede ser Gatsby, pero nos quedamos con esta:

“Soñaba con el pasado como si pudiera repetirse… aunque Daisy ya se había ido hace mucho”.

Es decir, Daisy no le hace caso y él se aferra al recuerdo de un amor pasajero.

La portada del libro "El gran Gatsby" de F. Scott Fitzgerald.

2. Coronel Brandon de Sensatez y sentimiento 

En Sensatez y sentimiento, el Coronel Brandon es un hombre sensible, serio, maduro, fiel y paciente. Sin embargo, ama a Marianne en silencio, soporta su indiferencia, la protege, la ayuda, le da regalos y siempre está disponible emocionalmente cuando ella está enamorada del encantador John Willoughby.

Al final, su paciencia rinde frutos, pues tras la traición de Willoughby, Marianne empieza a valorar el amor profundo de Brandon y terminan casándose.

La portada del libro "Sensatez y sentimiento" de Jane Austen.

3. Werther de Las desventuras del joven Werther

Como Gatsby, Werther es un migajero de manual (aunque un poco más autodestructivo). Charlotte fue el “casi algo” de Werther, pues él interpretaba cada señal que le mandaba como algo especial, a pesar de que Charlotte siempre fue clara con que estaba comprometida (y luego casada) con Albert. En Las desventuras del joven Werther, ella nunca lo echó violentamente de su vida y hasta lo buscaba para pasar tiempo de calidad juntos. Aunque desde la perspectiva de Charlotte no le estaba dando migajas a Werther, él las veía por todas partes.

La portada del libro "Las desventuras del joven Werther" de Johann Wolfgang von Goethe.

4. Conde Vronsky de Anna Karénina

Aunque después es Anna la que da todo por él, al inicio de Anna Karénina el Conde Vronsky acepta cualquier migaja que le dé Anna: cuando ella lo rechaza, la busca constantemente, aparece en los lugares donde ella está y, cuando ya es exitoso, hace grandes sacrificios por ella como renunciar a su carrera.

Aunque al final Vronsky se convierte en un manipulador, al principio cualquier atención de Anna es suficiente para que él siga firme en buscar su amor.

La portada del libro "Anna Karenina" de Tolstói.

5. Penélope de La Odisea

Cuando leemos La Odisea de Homero, podemos frustrarnos mucho con el personaje de Penélope; sin embargo, es migajera como muchas: espera fielmente a un amor durante 20 años, sin saber si está vivo o muerto.

Además, cuando Ulises vuelve después de infidelidades, aventuras y guerras, ella no lo cuestiona… sólo acepta su regreso.

Si hubiera hecho su storytime en TikTok, los comentarios dirían: amiga, date cuenta.

La portada del libro "Odisea" de Homero.

6. Levi Ward de La hipótesis del amor

Fingir que son novios sólo para no estar lejos de Olive, hacerle favores, protegerla, apoyarla sin pedir nada a cambio, reprimir todas sus emociones sólo para no arruinar el pacto y conformarse con cualquier momento con Olive aunque sea como amigos… Levi Ward, protagonista de La hipótesis del amor, puede ser un hombre inteligente, exitoso, guapo, pero muy migajero.

La portada del libro "La hipótesis del amor" de Ali Hazelwood.

7. Circe de Circe 

En La odisea de Homero, Circe es una bruja poderosa y en Circe, el libro de Madeline Miller también; sin embargo, al inicio le gustaban las migajas de afecto.

Con su primer amor, Glauco, usó su cariño y magia para hacerlo precioso (todo porque la trató mejor que su familia) y, ¿qué hace él? Se va con otra.

Ya cuando Ulises llega a su isla, se queda por mucho tiempo, la trata con amor y respeto para luego embarazarla e irse. ¿Y ella? Lo recuerda como el amor de su vida.

La portada del libro "Circe" de Madeline Miller.

Esta lista es un recordatorio de que, desde siempre han existido los migajeros, y no solamente en la vida real, también en la literatura y en la ficción de todos los tiempos.