Hay muchas maneras de empezar a leer a un filósofo o a una filósofa, y casi siempre empezamos por la equivocada. Para evitar ese error, sobre todo con personajes que nos pueden encantar y enseñar justo lo que esperamos aprender, te dejo esta guía de lectura para empezar a leer a uno de mis filósofos favoritos, mi más querido: Baruch Spinoza.

¿Quién fue Baruch Spinoza?

Baruch Spinoza (1632-1677), también llamado Bento, Benito o Benedictus, fue un filósofo holandés de ascendencia hispanoportuguesa, judío y una de las figuras más importantes del siglo XVII, así como uno de los parteaguas del pensamiento occidental por su filosofía, crítica con la religión, la política y su relación con la constitución emocional del ser humano.

Retrato de Spinoza. Fuente: Wikipedia.

Cualquiera pensaría que ciertas figuras de la filosofía mantienen su vigencia porque las academias las estudian, y en parte es cierto, pero también hay otras que se mantienen vivas por la profunda huella que dejan en la vida de quienes los leen. Este último es el caso de Spinoza, pues su influencia se puede rastrear desde Leibniz (otro gran filósofo del XVII y, además, matemático) hasta el físico Einstein, pasando por el novelista y poeta Goethe y la filósofa Rosi Braidotti.

Es debido a esta fama que acercarse a Spinoza puede convertirse en un problema, incluso aunque sus libros sean pocos. Por ello, te dejo esta lista para que tengas un buen acercamiento a su obra, desde la más accesible hasta la más difícil, y así logres apreciar mejor su filosofía. Además, todas las ediciones aquí sugeridas cuentan con estudio introductorio y bibliografía complementaria para ayudarte con el paso a paso de tu camino hacia Spinoza.

1. Tratado de la reforma del entendimiento

Una vez que hayas leído el Discurso del método de René Descartes, y otro par de obras suyas, podrás adentrarte a la filosofía spinozista. Y he aquí la razón. Descartes es el filósofo al que se le reconoce haber puesto la primera piedra de la filosofía moderna con su “duda metódica”, que permite reducir lo complejo del entramado de la realidad a una sustancia pensante: el yo, con el que reconstruirá todo lo exterior a sí de la manera más clara y nítida posible, “sin errores”.

Rene Descartes. Fuente: Wikipedia.

A partir de esta duda metódica, Spinoza (y otros filósofos posteriores a Descartes, como Kant) intentará encontrar otra manera de hacer filosofía sin que se separe el yo del mundo. Es así como en el Tratado de la reforma del entendimiento (TRE) se muestra como la tentativa de encontrar esta nueva forma de filosofar, pero sin avanzar demasiado en la naturaleza de las ideas verdaderas (que ocurren conforme la razón) y de las ideas falsas (que ocurren conforme a la imaginación o a un entendimiento inadecuado de las cosas). Aunque, cabe resaltar, dedica especial atención a la necesidad de la experiencia para alcanzar la verdad.

Asimismo, esta obra tiene un faltante del original que aún no se ha encontrado. Sin embargo, funge como un importante documento que sienta las bases de lo que Spinoza hará en sus obras más maduras. En lo personal, te sugiero la edición de Alianza, la cual contiene dos volúmenes que complementan esta indagación metafísica sobre la verdad que son: Principios de la filosofía de Descartes y Pensamientos metafísicos ya que suplen, en cierto modo, ese faltante del TRE.

2. Tratado político

A Spinoza siempre le interesó la relación existente entre el ser humano y su organización política para dirigir sus obras, fueran culturales, religiosas, filosóficas, etc. Esta preocupación se vio alimentada conforme leía a Maquiavelo, Hobbes, Franciscus van Enden y apoyaba el republicanismo de Jan de Witt en Países Bajos.

Es así como surge el Tratado político: un trabajo dedicado a las formas de gobernar existentes hasta ese momento (imperiales y con una injerencia de la iglesia en el poder legislativo), para después centrarse en la que consideraba la mejor: el estado racional democrático. Este estado racional no es otra cosa que una coordinación de áreas institucionales para dirigir mejor la razón de la ciudadanía a partir de un entendimiento cabal de sus afectos en relación con la cultura y la política misma, alejados de la religión. O, para decirlo de otra manera, en caso de que alguna de las partes falle, las otras entrarán a apoyar para reestablecer un orden (así como cuando tienes un mental breakdown y tus amistades acuden para devolverte la confianza en ti).

Para dejarlo más en claro, los inicios de la obra de Spinoza proponen pulir los instrumentos de la razón antes de ponerlos en práctica con lecciones referentes al estado. Y es gracias a su propuesta que la lectura de Spinoza fue prohibida en los Países Bajos, una de las más librepensantes regiones de la Europa del siglo XVII.

3. Tratado teológico-político

La palabra “teológico” en este libro te puede dar una idea sobre lo que trata. En efecto, la religión. Spinoza tiene una peculiar historia con ella, de hecho. Él nació judío, pero se le clasificó como marrano, un término despectivo para referirse a los judíos conversos al cristianismo (más por supervivencia que por convicción, la mayoría de las veces), gracias a sus padres, que así lograron pasar por España sin tantos inconvenientes por sus creencias religiosas.

Lo que más se conoce de la estancia del joven Spinoza en la comunidad judía de Ámsterdam, es que fue expulsado de ella en 1656 por dos ideas que actualmente nos parecen simples: 1) que la Biblia fue escrita por seres humanos con intenciones humanas (y no por Dios a través de la religión revelada); y 2) que Dios no actuaba conforme a actitudes humanas, pues eso significaría que su omnipotencia se vería reducida a una forma de conducta equívoca. En consecuencia, Spinoza recibió un anatema o herem(como se le conoce en hebreo), que decreta su expulsión de la comunidad y que lo maldice.

[Expulsión de Spinoza] Cortesía de: Este País.

Si bien el filósofo, quien se dedicaba al oficio de pulir lentes, recibió con tranquilidad este anatema, sorprende que fuera a sus 23 años y sin haber publicado ni un solo escrito todavía. Pero, a su vez, explica que en el Tratado teológico-político pusiera de relieve la importancia de limitar el poder religioso dentro de las decisiones de un estado, pues para Spinoza, la religión mueve al fanatismo y, por ende, a una errada manera de dirigir la razón hacia el resto de la ciudadanía y de las personas que nos rodean.

En suma, complementa la lectura del Tratado político, por ello esta edición de Tecnos es la mejor que puedes conseguir para leerlos en consonancia.

4. Ética demostrada según el orden geométrico

O simplemente conocida como Ética. Es el texto más importante de Spinoza y por el que es más citado regularmente. Incluso personas como Gilles Deleuze y Jorge Luis Borges le han dedicado textos importantes a su confección.

Como casi toda la obra de Spinoza, ésta fue publicada póstumamente y es la última obra que deberías leer del buen Bento por una razón muy simple. Durante el siglo XVII la Física sufrió un cambio muy importante en su historia con los Principios matemáticos de Isaac Newton, y una de sus consecuencias fue demostrar que la razón podía expresar el orden natural del mundo, que había una concordancia importante entre ambos.

Esta concordancia empujaría a Spinoza a desarrollar un sistema filosófico que expusiera las mismas leyes que Newton cimentó, pero en relación con la naturaleza humana y su conexión con 5 cosas (de ahí que el libro se divida en 5 partes):

  1. Dios
  2. El alma
  3. El origen y naturaleza de los afectos
  4. El rendimiento político de los afectos
  5. El poder del entendimiento humano

De esta forma, Spinoza consigue lo que se había propuesto con sus obras anteriores y da un paso más al explicitar lo siguiente:

  1. En relación con Dios: éste no es un ente paterno antropomorfo que actúa como actúa un ser humano, sino que equivale a la naturaleza misma, a la totalidad de lo existente (de aquí que lo tildaran de ateo o panteísta).
  2. En relación con el alma: ésta se define como una “idea del cuerpo”. Para Spinoza sólo Dios es la única sustancia y el resto de lo que conocemos son atributos suyos que la expresan. Es decir, una piedra, la orina, un cometa, tu gato, etc., son formas de la naturaleza y, por tanto, formas en que Dios es.
  3. En relación con los afectos: el ser humano tiene maneras de actuar que son motivadas por afectos y sus combinaciones (sí, como en Intensamente), y entender qué son éstos, cómo nos afectan y cómo podemos autogestionarlos para tomar mejores decisiones en nuestra vida es imprescindible para actuar conforme a nuestra naturaleza individual.
  4. En relación con la política: toda forma de gobierno recurre a los afectos para manipular, controlar, incidir, obtener resultados en favor suyo y, por lo regular, no lo hace a partir de los más alegres sino de aquellos que nos encadenan: la tristeza, el enojo, la vergüenza, etc. Romper con este encadenamiento implica abogar por una vida más libre y un estado más alegre.
  5. En relación con el entendimiento: todo lo anterior, una vez trabajado con paciencia y constancia, da un fruto muy raro: una vida intuitiva. Digamos que se obtiene la sabiduría de un Jesús, un Buda. Es una meta utópica que requiere de condiciones específicas para que ocurra. Pero no por ello es menos importante de intentar alcanzar.

La mejor edición de la Ética que puedes conseguir es la de Tecnos, ya que cuenta con un estudio introductorio del traductor Vidal Peña, y un epílogo de Gabriel Albiac, especialistas en la obra del holandés.

Listo para leer a Spinoza

Con esta guía podr��s avanzar en tu camino de lectura de Spinoza y podrás encontrar resonancia de sus ideas en filósofos posteriores a él, como por ejemplo a quienes conformaron el idealismo alemán: Fichte, Schelling y Hegel.

Mi recomendación es que siempre te apoyes en la relectura de lo que no te quede claro y que, si hay alguna cuestión muy oscura, recurras a alguien con quien puedas discutirlo, ya que compartir es otra forma de aprender. Ahora sí, ¡bienvenido/a a una vida spinozista!