Pocas figuras en la historia de la literatura están rodeadas de tanto misterio como Edgar Allan Poe. Pero este maestro de la narrativa de terror terminaría sus días con el enigma más grande de su vida, el misterio de su propia muerte.

Reconocido como el padre del relato de horror moderno, pionero del género de terror psicológico y creador de la narrativa detectivesca, Poe vivió una vida turbulenta marcada por la pobreza, las tragedias personales y la enfermedad. Sin embargo, su muerte en 1849, bajo circunstancias confusas y rodeado de delirios, ha dejado abiertas una serie de teorías inquietantes que hasta hoy desafían cualquier explicación. ¿Qué ocurrió realmente en los últimos días de este genio atormentado?

Un bostoniano

Edgar Allan Poe nació el 19 de enero de 1809 en Boston, Massachusetts. Desde muy joven, la vida de Poe estuvo marcada por el infortunio. Quedó huérfano a los dos años cuando su madre, la actriz Elizabeth Arnold Poe, murió de tuberculosis. Su padre había abandonado a la familia en 1810.

Poe fue adoptado por John Allan, un acaudalado comerciante de Richmond, Virginia, y su esposa Frances. Aunque John nunca adoptó oficialmente al pequeño Edgar, el joven escritor tomó su apellido que completa el nombre con el que lo conocemos, Edgar Allan Poe.

La relación entre Poe y su padre adoptivo fue complicada. A pesar de recibir una educación de calidad, los conflictos entre ambos por temas económicos y las inclinaciones artísticas de Poe, los llevaron a distanciamientos frecuentes. Estos desacuerdos alcanzaron su punto máximo cuando Poe abandonó la Universidad de Virginia debido a sus problemas financieros y deudas de juego, lo que provocó su salida definitiva del hogar de los Allan.

Tras varios intentos fallidos de construir una carrera en el ejército y la academia militar de West Point, Poe decidió dedicarse por completo a la escritura. Publicó su primer libro de poemas en 1827 al que firmó simplemnte como “Por un bostoniano”.

Su vida como escritor fue igualmente turbulenta, marcada por la pobreza, la inestabilidad y la tragedia personal, sobre todo tras la muerte de su prima con quien se casó cuando ella tenía sólo 13 años, Virginia Clemm, en 1847, un hecho que sumió a Poe en una profunda depresión.

Escritor atormentado

En 1835, Poe comenzó a trabajar como editor en varias revistas literarias, destacándose por su severidad como crítico. En 1839, publicó Cuentos de lo grotesco y lo arabesco, una colección de relatos que incluía historias como “La caída de la casa Usher” y “Ligeia”. Estos relatos, que exploran la decadencia, la locura y lo sobrenatural, consolidaron a Poe como maestro del terror, una faceta que se iría profundizando a medida que avanzaba su carrera.

Sin embargo, alcanzaría la cima de su creatividad entre 1841 y 1845. En 1841, publicó “Los crímenes de la calle Morgue”, considerado el primer relato detectivesco de la historia, donde introdujo al brillante detective Auguste Dupin. Este personaje serviría como base para futuros detectives literarios, como el icónico Sherlock Holmes, y cimentó la influencia de Poe en la creación del nuevo género conocido como novela negra.

El éxito llegó en 1845 con la publicación de su famoso poema “El cuervo”. Fue entonces que su sombría poesía, género un tanto predilecto por él y que explora el duelo y la obsesión, le dio fama nacional. Sin embargo, aunque “El cuervo” fue bien recibido, no resolvió los problemas financieros que atormentaban a Poe, quien continuaba enfrentando dificultades económicas y personales.

La muerte de Virginia en 1847 devastó a Poe, quien ya había mostrado signos de fragilidad emocional. Su dolor se reflejó en el poema “Annabel Lee” y en relatos como “El tonel de amontillado” y “El corazón delator”, historias donde la culpa, la obsesión y la locura son protagonistas. Estas narraciones imprimen la intensidad psicológica que caracterizó la obra de Poe en sus últimos años, en los que exploró con gran maestría el lado oscuro de la mente humana.

Atormentado por sus problemas personales, Poe siguió escribiendo y en 1848 publicó Eureka, un ensayo filosófico-científico en el que exploraba ideas sobre el universo y la eternidad. Aunque no fue bien recibido en su tiempo, este trabajo refleja una faceta menos conocida de Poe, interesado en cuestiones metafísicas y cosmológicas.

El enigma de su muerte

El 3 de octubre de 1849, a la edad de 40 años, Edgar Allan Poe fue encontrado en un estado de confusión en las calles de Baltimore. Vestía ropa que no le pertenecía y se encontraba gravemente desorientado. En sus delirios se dice que pronunciaba continuamente el nombre de Reynolds. Cuatro días más tarde, la madrugada del 7 de octubre, falleció en un hospital sin poder explicar las circunstancias de su estado. Las últimas palabras que se le atribuyen fueron "¡Que Dios ayude a mi pobre alma!".

El certificado de defunción, así como cualquier archivo médico de Poe se perdió, lo que ha alimentado aún más el misterio en torno a su muerte. Los informes médicos de la época mencionan que Poe estaba delirante y alternaba entre episodios de calma y confusión, pero nunca pudo relatar cómo llegó a estar en esa situación. Hasta hoy, los detalles de sus últimos días siguen siendo uno de los enigmas más fascinantes de la historia de la literatura.

Posibles teorías que explican su final

El misterio que rodea la muerte de Edgar Allan Poe ha dado lugar a una variedad de teorías a lo largo de los años, desde explicaciones médicas hasta especulaciones más conspirativas. Aquí repasamos las principales hipótesis que han intentado arrojar luz sobre este caso.

Intoxicación por alcohol

Una de las teorías más populares sostiene que Poe murió debido a complicaciones relacionadas con el alcohol. Durante su vida, el escritor tuvo problemas con el consumo de alcohol, lo que llevó a muchos a suponer que una intoxicación alcohólica pudo haber causado su estado delirante y eventual muerte.

Sin embargo, testigos aseguran que Poe había estado sobrio durante los meses anteriores a su fallecimiento, lo que cuestiona esta hipótesis. Sin mencionar que su fama de bebedor podría resultar también falsa debido a que uno de sus primeros biógrafos era también su rival literario y pudo haberlo retratado de esa manera a propósito.

La hipótesis del "cooping"

Esta teoría plantea que Poe fue víctima de una práctica fraudulenta llamada cooping, que consistía en secuestrar a personas y obligarlas a votar varias veces bajo diferentes disfraces durante las elecciones.

Baltimore era conocida por el fraude electoral en esa época, y el hecho de que Poe fuera encontrado con ropa ajena refuerza esta posibilidad. Reynolds, el nombre que repetía el escritor con insistencia en sus últimos momentos era como se llamaba el encargado de la votación de la taberna cerca de donde encontraron al escritor. Las víctimas del cooping solían ser golpeadas y drogadas, lo que podría explicar el estado de Poe cuando fue hallado.

Asesinato a manos de los hermanos Shelton

Sarah Elmira Royster Shelton, la prometida de Poe poco antes de su muerte, tenía dos hermanos que se oponían al compromiso. Algunos sugieren que ellos pudieron haber intervenido para evitar la boda, llegando incluso a agredir o envenenar a Poe. Aunque no hay pruebas contundentes, esta teoría ha intrigado a varios biógrafos, dado el contexto personal y emocional de los últimos días del escritor.

Tumor cerebral

Otra posible explicación es que Poe sufría de un tumor cerebral no diagnosticado. Esta teoría surgió tras la exhumación de su cuerpo en 1875, cuando se observó una masa sólida en su cráneo que algunos expertos de la época consideraron un posible tumor. Esto podría explicar sus episodios de confusión, delirios y el comportamiento errático que mostró en los días previos a su muerte.

Rabia

En 1996, un estudio médico propuso que Poe pudo haber muerto de rabia, basándose en la revisión de sus síntomas finales: delirios, períodos de lucidez, agresividad y la incapacidad para beber agua (hidrofobia). Aunque no existen registros que confirmen alguna mordedura de animal, la rabia era una enfermedad poco comprendida en la época y sus síntomas coinciden con los que el escritor mostró antes de morir.

La vida de Edgar Allan Poe estuvo llena de sombras, no sólo en su obra literaria, sino también en su vida personal. Poe exploró los rincones más oscuros del horror en el ser humano, pero fue su propia muerte la que se convirtió en una de sus obras más intrigantes. A pesar de las explicaciones propuestas, el misterio persiste, evocando la misma atmósfera perturbadora que impregna sus relatos. Al final, su muerte, como su obra, nos obliga a mirar hacia lo desconocido, y en cierto modo a buscar respuestas en la penumbra.