Gracias a la lucha por la igualdad y la equidad de todas las personas, así como por la recuperación de las culturas originarias y la apertura a nuevos países, la diversidad forma parte ya de nuestras vidas diarias.

Sin embargo, el racismo y la discriminación también acompañan esta globalización, y es por eso que resulta muy importante explicar la diversidad desde edades muy cortas. Aquí te mostramos cómo puedes ayudar a tu hijo a entenderla.

Todo empieza en casa

Los hijos imitan siempre a los padres y, aunque se ha repetido incansablemente que la moral y los valores se aprenden en casa, no deja de ser cierto. Lo más probable es que un niño intolerante y con actitudes racistas no odie genuinamente lo diferente: está reproduciendo conductas de los adultos que lo rodean.

De acuerdo con la periodista Leïla Chtayti, los hijos deben aprender sobre diversidad y respeto lo más pequeños posible, debido a que lo más probable es que muy pronto en la escuela se enfrenten a situaciones de discriminación.

En los colegios aprenderán mucho sobre diversidad: se verán expuestos a otros tipos de familias, de sexualidad, de condiciones físicas y mentales. Sin embargo, exponerlos ahí no es suficiente, en casa debe hablarse del tema y enseñarles el respeto y la inclusión.

Los niños tienen que tener los conocimientos suficientes para reconocer las diferencias y apreciarlas, así como las herramientas para poder identificar la marginación y saber qué hacer para ayudar a otros o a sí mismos.

¿Cómo acercar a los hijos a la diversidad?

Mientras más información sobre las diferencias tengan los hijos, más normal será para ellos y lo aceptarán con más naturalidad. Es por esto que es importante que se rodeen de varias representaciones culturales. Esto puede empezar desde la selección de películas y libros que pueden leer, buscando que los personajes no sean de un solo tipo de condición.

También existen materiales didácticos que explican las situaciones de los seres humanos y cómo incluir todas las formas de habitar el mundo, como el libro Tan diferente como tú. Otra herramienta es llevar a los niños a exposiciones interculturales, donde puedan aprender de las formas de vida en otras partes del mundo o de su misma comunidad que ellos no conocían.

Apreciar la diversidad

Una vez que los niños están expuestos a la diversidad y que la reconocen, es momento de enseñarles a ser incluyentes.

La periodista Estefanía Esteban explica que invitar a los hijos a convivir constantemente con personas diferentes los ayudará a crecer como personas respetuosas.

Esta convivencia debe ir más allá de una simple exposición: invitar a los niños a jugar con todos su compañeros y compartir, alentarlos a hacer nuevos amigos y conocer a sus familias, y hacer hincapié en el valor que tienen todas las diferencias.

Gracias a los cambios en nuestra propia crianza, el mundo se está abriendo y la diversidad ya no se ve como un peligro o una simple curiosidad. Es el deber de los adultos ayudar a criar hijos que vean las diferencias con naturalidad y sean capaces de incluir a todas las personas reconociendo las diferentes formas de ver el mundo.